Siempre llamaré a tu puerta
aunque seas ausente;
siempre llamaré a tu puerta
a pesar de tus efímeros recuerdos
y siempre llamaré a tu puerta
aún cuando los planetas
no sean el silencio
ni mucho menos el universo.
Y siempre llamaré a tu puerta
a ver si algún día, aquel amor
eterno, renace entre el fuego
que a tu nombre llamé
Y siempre llamaré a tu puerta
amor mío, cuando aún
no seas mío...