Quiéreme toda,
quiéreme entera.
Entre lunas y soles
y ocasos sin penas.
Quiéreme blanca,
quiéreme negra.
El agua del rio
lava tu ausencia.
Quiéreme en vuelo
de mil hojas secas.
Buscando en otoños
nuevas primaveras.
Quiéreme joven
y también vieja.
En tardes oscuras
de sombras en fiesta.
Quiéreme desnuda
y vestida de piedras.
Que no haya dudas
detrás de la puerta.