Son muchas las formas
de sentir y padecer un dolor,
pero un dolor en el pecho
nos causa mucho temor.
Un fuerte dolor físico
se puede calmar rápidamente,
pero un dolor en el alma
es muy duro e hiriente .
Los dolores espirituales
son de larga duración
y algunos nos pueden matar
cómo una separación.
La perdida de un familiar
nos produce dolor y temor,
pero también duele mucho
la perdida de un amor.
La indiferencia y el desprecio
produce una gran frustración
y a veces nos cuesta mucho
poder controlar esa situación.
Un dolor en el alma y corazón
es profundo y deprimente
y pueden pasar los años
y el dolor sigue latente.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,12/01/2024.
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