Carlos Justino Caballero

EL SUEÑO Y EL RECUERDO

El sueño lo había abandonado

y debió refugiarse en el recuerdo,

ese recuerdo que fue sueño

antes de llegar a ser recuerdo.

 

Y allí, estando en el recuerdo

se reavivó el fulgor del sueño

y aparecieron como nítido hechizo

los contentos de hijos y la espera…

 

Ya no cantes alma mía, ni solloces,

ni sueñes y si sueñas no lo digas.

Mantente en discreción y deja como enigma

esa luz que aparece en el espacio.