Mi buena Rosa, no sé qué te pasó,
porque no quieres volver a mí; hasta
me quitaste tu amistad, aunque me
niegues los buenos días cuando
pasas por mi casita, y mi pequeño
jardín sabe que tú me hiciste felíz,
en esa tarde de amor, de pasión.
Hoy sufre mi rosal y yo también,
al ver que tú no nos das esa mirada
de dulzura, como fue en el ayer,
que nos dimos tanto amor los dos