Simplemente te dije que me
gustabas y otras cosas más.
Cómo te brillaban tus ojitos,
y no respondiste lo que te dije,
pero te dejaste llevar por la emoción.
Hasta el día de hoy, siento esa
pasión de amor, lo bonito es que
nos amamos sin rencor, y pienso
que hasta inspirado estoy, por
este amor que disfrutamos
los dos, como lo manda Dios.