Yo te pienso cuando las hojas volando caen sobre un espacio blanco, espacio que las acaricia y donde juegan a girar con la brisa, bailan al son del viento cuando silva a la rama que despluma su ala. Ahí en mi caminar, donde mis pensamientos se pliegan en forma de hojarasca, se orquestan para cubrir la yerba húmeda y brillante que se alza entre las doradas hojas aun vivas en su sueño íntimo, y descansan de un agotador viaje, descansan unas sobre otras dándose el calor que gusano encanta.
Los árboles deshojados con sus nidos abandonados se agazapan en la soledad de la niebla gélida que los envuelve como una manta que cubre su silencio.
Te pienso como el otoño con toda su orquesta de matices dorados, rojos, verdes, azules, en todo su esplendor. Eres mi otoño más bello que nunca he conocido, ha sido un otoño tan esplendido.