FRANCISCO CARRILLO

NO BASTÓ.

No bastaba con mirar

la belleza de aquel día,

no bastó, con contemplar

y a medida que se iba,

no bastó con lamentar.

 

No se pudo remediar

que la noche lo alcanzara,

y la luz que lo alumbraba

no bastó para alumbrar,

fue la noche quién ganaba.

 

Y al llegar la oscuridad

no bastó, la luna clara

para poderlo olvidar

ese día, y su belleza

tenían caducidad.

 

Y ahora la noche daba

a otro día, la oportunidad

que su belleza mostrara,

no bastó, la noche clara

otro día nacerá....