El cielo veste un traje azul claro.
La mañana amaneció con una calidez inusitada.
Siente que el naciente sol con dulzura la ama.
Las nubes están ataviadas con blanqueados vestidos.
Se desplazan lentamente. No están apuradas
Felices cuchichean sobre los truenos y los rayos.
Celebran sus ausencias. Cuando se presentan no los aman.
El mar está ensimismado en su movimiento sereno.
Peina con devoción sus risadas olas.
Sin consentimiento el viento abanica suavemente el espacio.
Expande olores y desprende hojas. Seca sudores y acaricias rostros.
Con un susurro melodioso canta.
Así te ven mis ojos.
Así te piensa mi mente.
Tu y yo juntos en la infinitud del tiempo…donde la pasión no se enfría.
Donde el corazón mientras late sigue lleno de amor…
Amelia Suárez Oquendo
26/02/2024