El saber mecer el alma con mimo
Es un arte de luz que a veces huye,
Porque no todo en el camino fluye,
Y podrías ser víctima del timo.
Quien hizo de la alegría el racimo
Sacrosanto, tótem que se construye
Con sonrisas que el necio distribuye,
Esas, ni articulo, ni legitimo.
Pues la tristeza, es siempre un derecho,
Que algunos sienten como una condena,
Como el hermano incómodo, deforme.
Más, servidor no puede estar conforme,
Porque, llorar, padecer, es un hecho,
Que nos humaniza y vale la pena.