Si la humildad estuviese al alcance de la mano
Que las máquinas nos enseñen a serlo
O que ablanden los bordes de sus esquinas
Y nos ayuden a cargar en los poros esa incómoda verdad
Vivimos creyendo que somos los reyes
Pero ese reino adolece de estructuras sólidas
Sansón se liberaría con la mirada
A pesar de que quizás esa libertad enfurecida lo conduzca a un entierro de otro tipo
Son también los adultos una fuente de humildad
Depende de cómo lo entienda(s)
Nadie es dueño de nada
Si el conocimiento es de todos
Y en ese intervalo las costumbres nos definen
Somos los animales delatores
Vestidos y delatores