En mi defensa diré
que las palabras que digo,
pueden sonar a castigo
porque al decirlas, grité.
Es posible que conteste
con el tono acelerado,
pero lo que digo, lo hago
no por eso fallaré.
Se que el carácter que tengo
hay veces que me delata,
pero siempre soy el primero
en hacer lo que me mandan.
Si te hablo mal, lo siento
no tardo en disculparme,
es la boca, que me arde
mi corazón te lo entrego
antes seguro que nadie.
No me debes de juzgar
porque tenga mal carácter,
lo que pidas, ya lo sabes
siempre te lo he de dar,
seguido de disculparme.
Y ahora, sólo si quieres
me vuelves a perdonar,
lo que pediste, aquí tienes
no me juzgues por gritar,
juzgame por lo que sientes.