SE ME ATORÒ LA CARRETA!!!
Se me atoró la carreta en el camino,
un obstáculo inmenso, un desatino.
La rueda giraba, pero no avanzaba,
y mi paciencia, poco a poco, se quebraba.
El sol ardiente, implacable en el cielo,
y yo, varado, sin hallar consuelo.
La carga pesada, el sudor en la frente,
mientras la carreta seguía inerte.
Las mulas tiraban con toda su fuerza,
pero el tiempo parecía adverso.
Los nudos del destino, mi fortuna entorpecían,
y mis sueños de viaje, se desvanecían.
La rima asonante en cada verso suena,
como un eco que se repite y resuena.
El verso fluye, con ritmo y cadencia,
mientras mi carreta sigue en su dolencia.
¡Ay, carreta malévola qué te detiene!
Mi tiempo se escapa, mi paciencia se hiere.
Quisiera un milagro, un soplo de viento,
que me libere de este tormento.
Pero sé que el destino es un laberinto,
a veces nos ata, nos hace sufrir lamento.
La carreta sigue atrapada en el camino, y yo,
poeta errante, sin más destino.
Se me atoró la carreta y mi alma se inquieta,
entre suspiros y versos, mi tristeza despierta.
La rima asonante me acompaña en mi pena,
en este poema que nace de la condena.
Pero sigo escribiendo entre suspiros,
mientras la carreta sigue en su retiro.
Pero no importa, porque en cada verso,
encuentro consuelo, un alivio inmenso.
EmilioDr.