jvnavarro

NOCHE DE MUCHO PENSAR

 El rumor del mar
en esta noche va sujeto 
a un cielo negro 
en el que alguna estrella despunta
sin llegar del todo a brillar.
 
Entre sabores dulces
y un aire inoportuno
el cuerpo camina,
mientras la mente piensa
en la palabra oportuna 
con que darle al poema
belleza y soltura a más no tardar.
 
Solo voy yo 
por este paseo de mis delicias,
al fondo el mar suspira
y arriba en ese cielo 
que tampoco viene a  ayudar,
miles de satélites artificiales, 
veinte mil, entre ellos el Planck,
me vigilan sin parar.
 
Caigo en la cuenta
de que la palabra noche 
equivale, sin analogías,
 a sepultura;
que desde los tiempos más remotos
fue ella quien jugaba 
con todas las criaturas
y se las ganaba para su eternidad.
 
Ahora sopla el viento, 
lleva dos alas sujetas a su cintura,
no busca otra cosa  que ayuda.
Noches así de anodinas
son sin duda
un sacrificio muy difícil de llevar,
para quienes hacen de lo nocturno 
su casa y hogar.
 
Por aquí lo que observo 
se nutre de pisadas y silencios
de especie de abreviaturas,
de destellos de presencias
que pasan y se van,
de aquí para allá.
 
Con todo lo dicho 
me quedo con las incertidumbres
que mis ideas iluminan,
ellas son parte de mi razón de ser,
en esto por igual mando yo que ellas,
nadie en particular.
 
 Con el guion trazado ya
me ha salido un OK 
al abrir un whatsapp,
esto me avisa sin cesar
de que ya es miércoles
y acabándose el martes está.
 
A las doce de la noche
comenzaremos otro poema,
que a lo más seguro tratará
sobre lo primero, lo mismo da, 
en lo que nos pongamos a pensar.