Brian Carmona

PENSÉ EN TI

 

En esta tarde que se desploma lenta,

bajo un cielo de nubes que susurran tu nombre.

Mi pluma danza al ritmo de tu recuerdo inminente,

¿Cómo narrarte, cómo decirte, cómo amarte?

 

Tienes la sutileza de la brisa de abril,

esa que llega suave, casi sin avisar.

Pero llenas todo el espacio, toda mi vida,

como la fragancia de los jazmines de una flor.

 

Eres ese milagro cotidiano que no cesa,

el café en la mañana, el libro en la noche,

la poesía que brota entre los días grises,

la más linda compañía que me ilumina.

 

Tus ojos, dos lunas llenas en mi cielo,

guardan el misterio de las noches sin fin.

Y en ellos me pierdo, como un viajero

que ha encontrado su destino y su camino.

 

Tu sonrisa, esa curva que lo endereza todo,

es mi refugio y mi motivo, es mi casa y mi viaje.

Eres el verso perfecto que jamás pensé escribir,

pero que vive y respira en cada espacio de mí.

 

Amarte es un ejercicio de libertad,

es elegirte en cada segundo, en cada latido,

en cada palabra que nace de este corazón,

que ha aprendido a latir al compás del tuyo.

 

Eres poesía en movimiento, verso en carne,

la canción que siempre quise escribir,

y que ahora se escribe sola, entre mis brazos,

en la quietud de nuestro amor que no calla.

 

Por más que busco, no encuentro las palabras,

pero al final, son ellas las que nos encuentran.

Es este amor sencillo y divinamente profundo,

como la lluvia que cae, como el sol que se asoma.

 

Entre las nubes de un atardecer compartido,

así te amo yo, con esta sencillez compleja,

con este corazón lleno de ti, de nosotros,

de este amor que es nuestro y de nadie más.