Quien soy yo para tener en mis labios la verdad,
soy su más sincero amigo que habla sin maldad;
Y los amo desde el fondo de esa profunda amistad
Que hace que lo que diga sea una oda a la lealtad.
Por eso les digo, que, desde mi más humilde bagaje,
en una relación, aunque se quiera; uno, no es culpable
Se comparte la culpa…así como se comparte una tarde,
O en una pasional noche dividen el amor con derroche.
Así que, todo abona, a los impases y las malditas dudas,
Las ausencias y el trabajo, en la pelea con frecuencia ayudan
Y se convierten en ballestas que hieren sus almas desnudas.
Por eso mis amigos en el amor como en la maldita guerra,
Hay daños en ambos frentes de batalla y eso de verdad aterra
por eso mis amigos olvídense de culpas y ámense sin reserva.