jvnavarro

JUGANDO CON LA CIUDAD

Nos iremos de aquella ciudad 
en la que los andamios eran las escaleras
que enlazaban la tierra con el cielo sin pasar por dogma alguno.
 
Tú en esto un día escribiste,
quiero a la ciudad y la quiero conmigo;
ella de mi cintura y yo cogido 
a los troncos de los árboles 
de aquel parque en el que jugábamos de niños.
 
Por allí mi existencia está repartida 
entre cuestiones triviales
 y otras que forman parte de montañas de dudas.
 
La verdad es que la ciudad me forjó,
me hizo villano y amigo de las librerías,
crecí con  el cemento y me fui hasta las alturas.
 
Entre vigas de hierro, ladrillos y bovedillas
escribí los más íntimos de mis poemas,
quemé mares de dudas, todavía hoy en día 
cuando retorno a la ciudad en la cual crecí,
miro el barrio y veo que por encima de cuestiones 
que en nada ayudan,
todo sigue siendo igual y si me apuran
diré que si volvieran
las mismas palomas de aquellos días,
comerían alpiste de mis manos,
se subirían a mis hombros, jugarían con mis poesías.