Busquemos la luna
que sale de noche
y va de paseo
vestida de flores.
Nos deja un perfume
con versos y acordes,
que atrapa sentidos
y excita emociones.
Su sombra se estira
y luego se encoge,
con mil filigranas
de gratos candores.
También se detiene
su sombra en el porche,
y avanza en caminos
que trazan los hombres.
Busquemos la luna
y no nos importe
soñar como niños
con ojos enormes.
¡Qué escena tan linda
de luna en el bosque,
las hayas susurran
suspiran los robles!
Y tú que lo miras
te sientes Quijote,
retorna tu infancia
y sueños de entonces.
¡Ay luna de plata
no dejes que logren,
robarme este sueño
de amarte en la noche!
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/24