Reb Liz

Melodías del Destino: Capítulos 9, 10, 11, y 12

Capítulo 9: Entre melodías y emociones encontradas

 

Narra Isabella

 

Otro día ha llegado y son las 6 am, pero no he podido dormir en toda la noche. Me he pasado pensando en ese beso con Lucas una y otra vez.

 

Fue mi primer beso, la primera vez que un chico me besa. Fue mágico, pero también tengo miedo. No quiero causarle problemas a Lucas.

 

Sé que no es bien visto que un profesor tenga una relación con su alumna, y no quiero que él pierda su trabajo por mi culpa. Pero no puedo evitar sentir algo especial por él.

 

Me dirijo al baño y me doy una refrescante ducha. Luego, me cepillo los dientes y salgo envuelta en una toalla. Me dirijo a mi armario y elijo cuidadosamente mi atuendo: unos vaqueros azules, una blusa blanca y unos zapatos de tacón bajo que combinan perfectamente. Me arreglo el cabello y me aplico un poco de maquillaje. Finalmente, me miro al espejo y me pregunto qué deparará el día en la Universidad Musical de Nueva York.

 

Bajo a la cocina, donde mi mamá está preparando el desayuno y mi padre está leyendo el periódico.

 

- ¡Otro día más ha llegado! - exclamo con una sonrisa. - Hoy es mi cuarto día en la Universidad Musical de Nueva York.

 

Mi mamá me mira con orgullo y mi padre me dedica una sonrisa cariñosa.

 

- Estamos muy orgullosos de ti, Isabella. Sabemos que vas a brillar en la universidad - dice mi mamá mientras me sirve el desayuno.

 

Agradezco a mis padres y comienzo a desayunar, pero mi mente sigue vagando en los pensamientos sobre Lucas. Necesito hablar con él y aclarar nuestras emociones.

 

Después de desayunar, decido enviarle un mensaje a Lucas.

 

\"Lucas, necesito hablar contigo. ¿Podemos encontrarnos en la cafetería de la universidad después de las clases?\"

 

Espero ansiosamente su respuesta mientras me preparo para enfrentar otro día en la universidad. Las emociones y la incertidumbre me invaden, pero estoy decidida a enfrentar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino.

 

\"Claro, Isabella. Me encantaría encontrarme contigo en la cafetería después de las clases. Necesitamos hablar y aclarar nuestras emociones. Nos vemos allí. Cuídate.\"

 

Me despedí de mis padres con un beso y salí de casa, subiéndome a mi auto que finalmente había sido reparado. Con una sensación de alivio, conduje hacia la universidad. Cuando llegué al estacionamiento, me encontré con mi mejor amiga, Anabella, quien también estaba llegando.

 

- ¡Isabella! ¡Qué bueno verte! - exclamó Anabella emocionada, corriendo hacia mí para darme un abrazo.

 

- ¡Anabella! ¡También me alegra verte! - respondí con una sonrisa, correspondiendo al abrazo. - ¿Cómo has estado?

 

- Bien, pero te extrañé estos últimos días. ¿Qué tal ha sido tu experiencia en la universidad hasta ahora? - preguntó curiosa.

 

- Ha sido increíble. La música, las clases, todo es tan inspirador. Y, bueno, ha habido algunos... acontecimientos interesantes - respondí con una sonrisa tímida, sin revelar demasiado.

 

Anabella me miró con curiosidad y una sonrisa traviesa se formó en su rostro.

 

- Oh, vamos, Isabella. No me digas que ha pasado algo emocionante. ¿Has conocido a alguien especial? - preguntó con picardía.

 

Suspiré y decidí compartir con ella lo que había sucedido con Lucas.

 

- Bueno, sí. Conocí a alguien. Es Lucas, mi profesor de música. Y... pasó algo inesperado entre nosotros - confesé, sintiendo un nudo en mi estómago.

 

- ¡No me digas! ¿Qué pasó? ¡Cuenta, cuenta! - exclamó Anabella emocionada, agarrándome del brazo y llevándome hacia el edificio mientras continuábamos nuestra conversación.

 

Mientras caminábamos juntas, le conté a Anabella sobre el beso que había compartido con Lucas y cómo me sentía confundida y preocupada por la situación.

 

- Isabella, eso es... inesperado. Pero también suena emocionante. ¿Qué piensas hacer al respecto? - preguntó Anabella, mirándome con curiosidad.

 

- No estoy segura, Anabella. Me preocupa la diferencia de edad y la relación profesor-alumna. No quiero poner en riesgo su trabajo ni causar problemas. Pero tampoco puedo ignorar lo que siento por él - respondí, sintiendo una mezcla de emociones.

 

- Entiendo tu preocupación, Isabella. Pero también creo que no debes dejar que el miedo te impida seguir tu corazón. Si realmente sientes algo por Lucas, tal vez deberías hablar con él y aclarar las cosas. La comunicación es clave en cualquier relación - aconsejó Anabella, mostrando su apoyo.

 

Sus palabras resonaron en mí mientras llegábamos al edificio de la universidad. Sabía que tenía que enfrentar la situación y hablar con Lucas, pero aún sentía cierta incertidumbre.

 

- Tienes razón, Anabella. Necesito hablar con él y aclarar nuestras emociones. Espero que todo salga bien - dije con determinación, agradeciendo el apoyo de mi amiga.

 

Nos despedimos y nos dirigimos a nuestras respectivas clases, pero mi mente seguía ocupada con la conversación y las decisiones que debía tomar. Sabía que el día sería desafiante, pero estaba lista para enfrentarlo y descubrir qué deparaba el futuro para mí y Lucas.

 

Y así transcurrió el cuarto día de clases. A las 7 am, tuve Performance de música con el profesor Antonio Báez. Fue una clase llena de energía y emoción, donde pude mostrar mi talento y recibir elogios por mi interpretación. Sentí una mezcla de satisfacción y confianza en mis habilidades musicales.

 

A las 8 am, tuve Música y Tecnología con la profesora Susana Campos. Aprendimos sobre las últimas herramientas y software utilizados en la producción musical. Me sentí fascinada por las posibilidades que la tecnología ofrece para crear y experimentar con diferentes sonidos y efectos. Fue una clase estimulante que despertó mi creatividad.

 

A las 9 am, tuve Composición de Bandas Sonoras con el profesor José Sáenz. Esta clase fue una de mis favoritas. Aprendimos a crear música que complementa y realza las emociones de las escenas en películas. Me sumergí en la magia de componer música que evoca sentimientos y crea atmósferas cinematográficas. Sentí una conexión especial con esta forma de expresión artística.

 

A las 10 am, tuve Musicología con la profesora Priscila Bedoya. Esta clase me permitió explorar la historia y el contexto cultural de la música. Aprendimos sobre diferentes movimientos musicales y los artistas que los definieron. Me sentí enriquecida al comprender cómo la música refleja la sociedad y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo.

 

A las 11 am, tuve Derecho de la Música con el profesor Bruno Ramírez. Aunque esta clase fue más teórica y legal, fue importante para comprender los aspectos legales y éticos de la industria musical. Aprendimos sobre los derechos de autor, la protección de la propiedad intelectual y los contratos musicales. Sentí la responsabilidad de conocer mis derechos y aprender a proteger mi trabajo como compositora.

 

Solo me faltaba la clase de Composición Musical con el profesor Lucas Alejandro Mendoza. Sentarme en su clase y tratar de ignorar mis sentimientos se volvía cada vez más incómodo. Me costaba concentrarme en las lecciones y en las tareas asignadas. Cada vez que lo veía, mi corazón latía más rápido y mi mente se llenaba de pensamientos confusos.

 

En la clase de Composición Musical con el profesor Lucas Alejandro Mendoza, la tensión entre nosotros era palpable. Mientras él explicaba los conceptos y nos daba consejos para componer, yo luchaba por mantener la compostura y no dejar que mis sentimientos se reflejaran en mi rostro. Era un desafío concentrarme en las tareas y no dejar que mi mente divagara hacia pensamientos sobre él.

 

- Isabella, ¿estás prestando atención? - preguntó Lucas, mirándome con una mezcla de preocupación y curiosidad.

 

- Sí, profesor. Lo siento, solo estaba un poco distraída. Continúe, por favor - respondí, tratando de ocultar mi turbulencia interna.

 

Lucas asintió y continuó la clase, pero pude sentir su mirada fija en mí en varias ocasiones. Era evidente que algo había cambiado entre nosotros, y ambos estábamos luchando por encontrar la manera de manejarlo.

 

La clase continuó, pero mi mente estaba en otra parte. Me esforzaba por seguir el ritmo de la lección, pero mis pensamientos seguían regresando a la confusión y los sentimientos encontrados que tenía hacia Lucas. Necesitaba encontrar una manera de abordar esta situación y aclarar mis emociones con él.

 

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Capítulo 10: Entre melodías y decisiones arriesgadas

 

Narra Lucas

 

Durante las clases, pude notar claramente la distracción en los ojos de Isabella. Era evidente que algo había cambiado entre nosotros, y no podía ignorar la tensión que se había formado. No la culpo por estar confundida, después de todo, la relación entre un profesor y su alumna es complicada y llena de obstáculos. Al igual que ella, tampoco quiero que tenga problemas.

 

Después de la clase, acordamos encontrarnos en la cafetería que está justo después de la universidad. Mientras caminaba hacia allí, mi mente estaba llena de pensamientos y emociones encontradas. Me preguntaba qué pasaría en nuestra conversación y cómo podríamos aclarar nuestras emociones sin arriesgar nuestros futuros.

 

Finalmente, llegué a la cafetería y la vi sentada en una mesa cerca de la ventana. Su mirada se encontró con la mía y ambos nos sonreímos nerviosamente. Me acerqué a ella y me senté frente a ella, sintiendo la tensión en el aire.

 

- Hola, Isabella - dije suavemente, tratando de romper el hielo. - Gracias por querer hablar conmigo. Sé que las cosas se han vuelto complicadas entre nosotros y necesitamos aclararlas.

 

Isabella asintió, mirando fijamente su taza de café. Pude ver la confusión en sus ojos y sabía que también estaba luchando con sus propios sentimientos.

 

- Lucas, estoy tan confundida - dijo finalmente, su voz llena de emoción contenida. - No puedo evitar sentir algo especial por ti, pero al mismo tiempo, entiendo que nuestra situación es complicada y que podría causarte problemas.

 

La escuché con atención, comprendiendo completamente sus preocupaciones. Quería asegurarle que también me importaba su bienestar y que no quería poner en riesgo su futuro.

 

- Isabella, entiendo tus preocupaciones y comparto tus sentimientos - respondí sinceramente. - La relación entre un profesor y su alumna es complicada, y es importante que seamos conscientes de las implicaciones. Pero también quiero que sepas que siento algo especial por ti. No puedo negar la conexión que hemos desarrollado.

 

Isabella levantó la mirada y nuestros ojos se encontraron nuevamente. Pude ver la mezcla de emociones en su rostro, pero también una chispa de esperanza.

 

- Lucas, no quiero que pierdas tu trabajo por mí. Eres un profesor increíble y sé que tienes un futuro brillante por delante - dijo, su voz llena de preocupación.

 

- Isabella, aprecio tus palabras y tu preocupación por mí - respondí, tomando su mano suavemente. - Pero también creo que no podemos ignorar lo que sentimos el uno por el otro. La vida está llena de desafíos y obstáculos, pero si luchamos juntos, podemos superarlos.

 

Isabella me miró, sus ojos llenos de duda y esperanza. Era evidente que estaba luchando con sus propias decisiones y temores.

 

- Lucas, no sé qué hacer. Tengo miedo de las consecuencias y de cómo esto podría afectar nuestras vidas - confesó, su voz temblorosa.

 

- Isabella, entiendo tus miedos y respeto tus preocupaciones - respondí, tratando de transmitirle tranquilidad. - Pero también creo en la importancia de seguir nuestros corazones y luchar por lo que realmente queremos. Si ambos estamos dispuestos a enfrentar los desafíos juntos, podemos encontrar una manera de hacerlo funcionar.

 

La conversación continuó durante horas. Hablamos abierta y sinceramente sobre nuestras emociones, nuestros miedos y nuestras esperanzas. A medida que compartíamos nuestros pensamientos más profundos, la conexión entre nosotros se fortalecía y la confianza crecía.

 

Al final, decidimos que seguiríamos adelante, conscientes de los desafíos que nos esperaban, pero decididos a enfrentarlos juntos. Sabíamos que no sería fácil, pero creíamos en nuestro amor y en nuestra capacidad para superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.

 

Y así, mientras nos levantábamos de la mesa, tomados de la mano, sentíamos una mezcla de emoción y determinación. Estábamos listos para enfrentar lo que viniera y luchar por nuestro amor, sabiendo que juntos podríamos superar cualquier adversidad.

 

Mientras caminábamos por el hermoso parque, nuestras manos entrelazadas, continuamos nuestra conversación sobre nuestros artistas favoritos. El sol brillaba sobre nosotros, creando una atmósfera cálida y relajada.

 

- Sabes, Isabella, siempre he sido un gran admirador de Beethoven - confesé, sonriendo mientras recordaba su música. - Sus composiciones son tan poderosas y llenas de emoción. Siempre me ha inspirado su capacidad para transmitir sentimientos a través de la música.

 

Isabella asintió, con una sonrisa en su rostro.

 

- ¡Oh, sí! Beethoven es absolutamente increíble. Sus sinfonías son tan intensas y conmovedoras. Siempre me hacen sentir una amplia gama de emociones. Es maravilloso cómo la música puede tocarnos tan profundamente, ¿verdad?

 

Asentí, disfrutando de nuestra conexión compartida por la música.

 

- Definitivamente. La música tiene ese poder único de evocar emociones y transportarnos a lugares y momentos especiales. Es como un lenguaje universal que todos podemos entender y disfrutar.

 

Continuamos hablando de otros artistas que nos apasionaban, intercambiando recomendaciones y compartiendo nuestras experiencias musicales. Cada palabra y gesto reforzaba nuestra conexión y nos permitía conocernos aún más.

 

- Y tú, Lucas, ¿hay algún artista en particular que te inspire como compositor? - preguntó Isabella, mirándome con curiosidad.

 

Tomé un momento para reflexionar, pensando en aquellos compositores que habían dejado una huella en mi propio estilo musical.

 

- Bueno, Isabella, tengo que admitir que me siento muy inspirado por la música de Johann Sebastian Bach. Su habilidad para crear estructuras complejas y su dominio de la armonía siempre me han fascinado. Me encanta cómo sus composiciones son tan intrincadas y perfectamente equilibradas.

 

Isabella asintió, mostrando interés en mis palabras.

 

- ¡Bach es genial! Sus fugas y preludios son tan meticulosamente elaborados. Es sorprendente cómo logra crear una sensación de orden y belleza en cada una de sus composiciones. Definitivamente, es un maestro de la música.

 

Sonreí, feliz de poder compartir mi pasión por la música con Isabella.

 

- Sí, definitivamente. Y tú, ¿hay algún artista que te inspire en tu propio camino como músico?

 

Isabella pensó por un momento, sus ojos brillando con entusiasmo.

 

- Hay una cantante que admiro mucho, su nombre es Adele. Su voz es tan poderosa y llena de emoción. Cada vez que escucho una de sus canciones, siento que me transporta a un lugar completamente diferente. Me encanta cómo puede transmitir tanto sentimiento a través de su voz.

 

Asentí, comprendiendo su admiración por Adele.

 

- Adele es realmente talentosa. Su capacidad para conectar con la audiencia a través de su voz es asombrosa. Es increíble cómo la música puede unir a las personas y tocar sus corazones de una manera tan profunda.

 

Continuamos caminando, compartiendo nuestras experiencias musicales y profundizando en nuestras emociones. Cada palabra que intercambiábamos era como una melodía en sí misma, creando una armonía especial entre nosotros.

 

Mientras el sol se ponía lentamente en el horizonte, seguimos disfrutando de nuestra conversación, sabiendo que había algo especial entre nosotros que iba más allá de la música. Era una conexión profunda y auténtica que nos unía y nos inspiraba a seguir explorando juntos el hermoso mundo de la música.

 

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Capítulo 11: Un nuevo amanecer de oportunidades musicales

 

Narra Isabella

 

Al día siguiente, me desperté a las 6 de la mañana con una sonrisa en mi rostro, recordando el hermoso encuentro que había tenido con Lucas, mi profesor y ahora novio. La emoción y la felicidad llenaban mi corazón mientras me preparaba para enfrentar un nuevo día en la Universidad Musical de Nueva York.

 

Estaba especialmente emocionada porque hoy era mi quinto día en la universidad y debo decir que había superado todas mis expectativas. Cada asignatura que había elegido me permitía crecer y desarrollarme como artista de una manera única.

 

El lunes, mi día estuvo lleno de clases emocionantes. Comencé con Interpretación Musical, donde tuve que decidir si quería enfocarme en un instrumento o en el canto. Luego, tuve Teoría Musical, Historia de la Música, Etnomusicología, Tecnología Musical y Composición Musical. Cada una de estas asignaturas me desafió y me permitió explorar diferentes aspectos del mundo musical.

 

El martes, mi día estuvo lleno de actividades igualmente emocionantes. Tuve clases de Educación Musical, Dirección de Coro u Orquesta, Producción Musical, Arreglo Musical y nuevamente Composición Musical. Cada una de estas clases me permitió ampliar mis conocimientos y habilidades en diferentes áreas de la música.

 

El miércoles, mi día estuvo lleno de clases que despertaron mi curiosidad y creatividad. Tuve clases de Análisis Musical, Improvisación, Música en el Cine, Psicología de la Música, Gestión de la Industria de la Música, Musicoterapia y nuevamente Composición Musical. Estas clases me permitieron explorar nuevas perspectivas y comprender la influencia de la música en diferentes aspectos de la vida.

 

El jueves, mi día estuvo lleno de clases que me permitieron mostrar mi talento y habilidades en el escenario. Tuve una clase de Performance de Música Contemporánea, donde pude mostrar mi interpretación en un entorno moderno y desafiante. Luego, tuve clases de Música y Tecnología, Composición de Bandas Sonoras, Musicología, Derecho de la Música y nuevamente Composición Musical. Estas clases me permitieron comprender mejor la industria musical y cómo puedo proteger mis derechos como artista.

 

Después de repasar mi horario y emocionarme por todas las oportunidades que se presentaban, ingresé al baño para darme una ducha refrescante. Disfruté del agua caliente mientras dejaba que mis pensamientos fluyeran, imaginando cómo sería el día y las experiencias que me esperaban.

 

Una vez que terminé mi ducha, me envolví en una toalla y salí del baño para prepararme. Me dirigí a mi armario y elegí cuidadosamente mi atuendo. Opté por un vestido celeste que resaltaba mi personalidad y unos zapatos de tacón bajo que combinaban perfectamente. Me arreglé el cabello y me apliqué un poco de maquillaje para resaltar mis rasgos. Me miré al espejo y me sentí lista para enfrentar el día con confianza y determinación.

 

Mientras me miraba en el espejo, reflexioné sobre mi viaje musical y cómo cada día en la universidad me brindaba nuevas oportunidades para crecer como artista. Estaba emocionada por lo que el día tenía reservado y estaba lista para aprovechar al máximo cada clase, cada ensayo y cada momento de inspiración.

 

Con una sonrisa en mi rostro, salí de mi habitación y me dirigí hacia la universidad, lista para sumergirme en el mundo de la música y seguir persiguiendo mis sueños con pasión y dedicación.

 

Con una sonrisa en mi rostro, salí de mi habitación y bajé a desayunar con mis padres. El aroma del café recién hecho llenaba la cocina, creando un ambiente acogedor y familiar. Mientras disfrutaba de un delicioso desayuno con mi familia, compartimos nuestras expectativas para el día y las emociones que nos embargaban. Hablar con ellos me llenó de motivación y confianza para enfrentar el día que se avecinaba.

 

Después de despedirme cariñosamente de mis padres, me dirigí hacia la universidad. El sol brillaba en el cielo, iluminando mi camino y llenándome de energía. Cada paso que daba me acercaba más a mi destino, a ese lugar donde la música fluía y los sueños se convertían en realidad. Sentía una mezcla de emoción y nerviosismo, pero también una determinación inquebrantable.

 

Al llegar a la universidad, me sumergí en el bullicio de estudiantes que compartían la misma pasión por la música. El campus estaba lleno de vida y emoción, con estudiantes practicando en sus instrumentos, ensayando en coros y orquestas, y compartiendo ideas creativas en los pasillos. Era inspirador ver a tantos jóvenes talentosos reunidos en un mismo lugar, todos persiguiendo sus sueños musicales.

 

Me dirigí hacia mi primera clase del día, un maratón musical que prometía desafiar mis habilidades y ampliar mi conocimiento. Cada paso que daba resonaba con determinación y dedicación. Sabía que este era el lugar donde podía crecer como artista y donde mis sueños podían convertirse en realidad. Me senté en mi lugar, rodeada de compañeros de clase que compartían mi pasión y entusiasmo, listos para sumergirnos juntos en el mundo de la música.

 

El profesor Rodrigo Puente ingresó al aula y comenzó a hablar sobre el tema del día. Sus palabras resonaron en mi mente, inspirándome y recordándome por qué había elegido este camino. Tomé notas diligentemente, absorbiendo cada palabra y cada consejo que se compartía en el aula. Sentía una conexión especial con el profesor y su pasión por la música era contagiosa.

 

A medida que el día avanzaba, me sumergí en un mundo de música, teoría, interpretación y creación. Cada clase me desafiaba de diferentes maneras, pero también me brindaba la oportunidad de explorar nuevas ideas y expandir mis horizontes musicales. Aprendí técnicas de interpretación, profundicé en la teoría musical y experimenté con la composición. Cada momento en el aula era una oportunidad para crecer y desarrollarme como artista.

 

Después de un día lleno de aprendizaje y crecimiento, salí de la universidad con una sonrisa en mi rostro y un corazón lleno de gratitud. Sabía que había tomado la decisión correcta al perseguir mis sueños en el mundo de la música. Sentía una mezcla de cansancio y satisfacción, pero sobre todo, una sensación de plenitud por haberme sumergido en un día lleno de música y aprendizaje.

 

Con cada paso que daba de regreso a casa, sentía una sensación de realización y satisfacción. Había sumergido mi alma en el mundo de la música y estaba decidida a seguir persiguiendo mis sueños con pasión y dedicación. Sabía que el camino no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío que se presentara en mi camino. Porque cuando se trata de seguir nuestros sueños, la pasión y la dedicación son las fuerzas que nos impulsan hacia adelante.

 

Y así, con el sol poniéndose en el horizonte, me dirigí a casa, lista para descansar y recargar energías para un nuevo día lleno de música, aprendizaje y oportunidades. Sabía que cada día en la universidad sería un nuevo paso hacia la realización de mis sueños. Con cada día que pasa, me acerco más a convertirme en la artista que siempre he soñado ser.

 

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Capítulo 12: Primera Cita

 

Narra Lucas

 

Era sábado, y tenía una sorpresa preparada para Isabella. Decidí invitarla a mi casa para comenzar nuestra cita de una manera especial. Con emoción, le envié un mensaje diciéndole:

 

\"Hola Isabella, ¿te gustaría pasar el sábado en mi casa? Tengo algo especial planeado para nosotros. 😊\"

 

Esperé ansioso su respuesta, preguntándome si aceptaría mi invitación y si estaría emocionada por lo que tenía preparado. Después de unos minutos, finalmente recibí su respuesta. Isabella escribió:

 

\"¡Hola Lucas! Me encantaría pasar el sábado contigo en tu casa. Estoy emocionada por descubrir qué sorpresa tienes preparada. 😍\"

 

Su respuesta me llenó de alegría y entusiasmo. Sabía que este sería un día especial para ambos. Cuando llegó el día, Isabella llegó a mi casa y la recibí con una sonrisa. La casa estaba decorada con velas y flores, creando un ambiente romántico y acogedor.

 

- Mira, Isabella, he preparado todo para que este día sea inolvidable, - le dije mientras la guiaba hacia la sala de estar. Nos sentamos en el sofá y comenzamos a conversar, compartiendo risas y secretos. La conexión entre nosotros se hizo cada vez más fuerte, y podía sentir la química y la emoción en el aire.

 

Después de un rato, le propuse:

 

- Isabella, ¿qué te parece si continuamos nuestra cita en un lugar especial? Tengo una sorpresa preparada para ti. - Isabella, con curiosidad en sus ojos, asintió emocionada y me siguió fuera de la casa.

 

Cuando llegamos al aeropuerto, Isabella quedó sorprendida al ver un elegante jet privado esperándonos en la pista. Su mirada de asombro me llenó de satisfacción, y le dije:

 

- Isabella, este jet es mío. Quiero llevarte a un lugar mágico y especial para nosotros.

 

Abordamos el jet y despegamos rumbo a Miami. Durante el vuelo, nos sentamos juntos, disfrutando de la comodidad y la privacidad que el jet nos ofrecía. Las emociones estaban a flor de piel, y nuestras miradas se encontraban constantemente, llenas de amor y complicidad.

 

Finalmente, aterrizamos en una playa privada en Miami. El lugar estaba deslumbrante, con arena blanca y aguas cristalinas. No había nadie más a nuestro alrededor, solo nosotros dos. Isabella no podía contener su asombro y me preguntó:

 

- Lucas, ¿cómo lograste encontrar una playa tan hermosa y vacía?

 

Con una sonrisa en mi rostro, le respondí:

 

- Esta playa es privada, Isabella. Es mía - Sus ojos se iluminaron aún más, sorprendida por la exclusividad del lugar. Nos tomamos de la mano y caminamos por la orilla, disfrutando de la tranquilidad y la belleza del entorno.

 

Mientras el sol se ponía en el horizonte, nos sentamos en la arena y compartimos momentos de ternura y complicidad. Hablamos de nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestros deseos más profundos. Cada palabra y cada gesto estaban llenos de amor y cariño.

 

Aquella noche, bajo las estrellas y con el sonido suave de las olas como música de fondo, nos dimos cuenta de que este era solo el comienzo de algo hermoso entre nosotros. Nuestra primera cita fue mágica y llena de emociones, dejándonos con la certeza de que estábamos destinados a vivir grandes aventuras juntos.

 

Despues nos sentamos en la arena tome mi guitarra y comence a tocar suavemente los acordes de la canción. Con voz dulce y llena de amor, entonó cada palabra de la letra, dedicándola a Isabella. Sus ojos se encontraron con los mios mientras la melodía llenaba el aire, creando un momento mágico y romántico.

 

♪ \"Desde que te vi, mi vida cambió

Tu sonrisa ilumina mi corazón

Eres la dueña de mis pensamientos

Y en tus ojos encuentro mi razón

 

Eres mi sol, mi luna y mi estrella

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer

 

Cada momento a tu lado es especial

Tu amor me envuelve como un vendaval

Eres mi refugio, mi paz y mi calma

Contigo el mundo tiene más alma

 

Eres mi sol, mi luna y mi estrella

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer

 

Y en esta playa desierta

Donde solo estamos tú y yo

Quiero que sepas, Isabella,

Que mi amor es eterno

 

Eres mi sol, mi luna y mi estrella

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer.” ♪

 

Isabella escuchó atentamente, con lágrimas de felicidad en sus ojos. Al finalizar la canción, se acercó a mi y me abrazó con ternura. Ambos sabíamos que este era el comienzo de algo especial y único entre ellos.

 

Isabella tomó la guitarra y me dijo que había compuesto una canción para mí.

 

Las palabras de la canción resonaron en el aire, envolviéndome en una atmósfera de amor y admiración. Mis ojos se encontraron con los de Isabella, llenos de gratitud y cariño. La melodía y la letra de la canción capturaron perfectamente nuestros sentimientos mutuos.

 

♪ \"Desde que llegaste a mi vida

Todo cambió, mi corazón se estremeció

Eres la melodía que siempre soñé

Y en tus ojos encuentro mi fe

 

Eres mi sol, mi razón de ser

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer

 

Cada palabra que sale de tus labios

Es un susurro que me llena de amor

Eres mi refugio en los días oscuros

Tu amor es el combustible que enciende mi mundo

 

Eres mi sol, mi razón de ser

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer

 

Y en esta playa desierta

Donde solo estamos tú y yo

Quiero que sepas, Lucas,

Que mi amor es eterno

 

Eres mi sol, mi razón de ser

El sueño que siempre quise tener

Eres mi amor, mi vida entera

Y contigo quiero envejecer. \" ♪

 

Las palabras de la canción resonaron en el aire, envolviendome en una atmósfera de amor y admiración. Mis ojos se encontraron con los de Isabella, llenos de gratitud y cariño. La melodía y la letra de la canción capturaron perfectamente nuestros sentimientos mutuos.

 

Me acerqué a Isabella y la abracé con ternura, agradeciéndole por tan hermoso regalo. Ambos sabíamos que este momento era especial y que nuestro amor era único. Continuaron disfrutando de la playa desierta, compartiendo risas, besos y sueños para el futuro.