Diego Pantoja

FloreciĆ³ El Amor

 

Floreció el amor en el jardín del alma,

como una rosa roja, radiante y eterna.

Sus pétalos suaves, su fragancia divina,

llenaron de alegría cada rincón del ser.

 

El amor brotó como un manantial fresco,

navegando los senderos del corazón.

Sus aguas cristalinas, puras y serenas,

arrullaron los sueños con dulce emoción.

 

En el jardín de la vida, el amor floreció,

como un canto de esperanza, como luz en la oscuridad.

Y en cada corazón que abrió sus puertas,

el amor encontró su hogar,

su eternidad.