Me dices que no te acuerdas
que me invento lo que digo,
que nunca hemos tenido
ni el deseo, ni las fuerzas
de amarnos, y que es fingido.
De verdad que no recuerdas?
esa tarde que se iba,
tumbados sobre la hierba
y el amor, lo repartimos
despidiéndose ese día,
y que fueron las estrellas
y la luna, los testigos?.
De verdad es lo que piensas
que me invento lo que digo?,
si nuestros cuerpos fundimos
entre besos y caricias,
si fueron nuestros gemidos
los causantes que el silencio,
esa noche se rompiera.
Que las flores nos miraban
envidiosas de deseo,
y la luna acariciaba
las sombras de nuestros cuerpos,
que esa noche, se gozaban.
De verdad que te averguenzas
por no querer recordar?,
pues yo, si que me acuerdo
y no lo voy a olvidar,
tengo testigos de ello.
El sol, se fue ese día
pero tardó en hacerlo,
y llegó la noche fría
con la luna y su reflejo,
fueron las flores, la hierba
los testigos, no es mentira
de verdad que no te acuerdas?
porque yo.... yo no lo olvido.