Para que pedirte algo,
Mi Señor, Si ya me lo has dado
todo… Como osar, pedirte algo,
Sin agradecerte primero,
Todo lo que ya me has regalado…
Que no te lleves nada,
De lo que ya, gracias a Ti, tengo…
Que no nos falte el trabajo,
Y que no te lleves el techo
Que cada noche nos cobija…
Ni lo que en el plato nos alimenta,
Ni la manta que de noche, nos abriga…
No te lleves Soberano
Poder, ni los abrazos,
Ni los “te quiero… “
Ni los “te amo…”
Ni los besos que hasta en sueños,
Reparto entre mis amigos…
Ni los pequeños trocitos
De este cansado y viejo corazón,
Que día a día voy malgastando,
En cada segundo que pierdo,
Y no estoy con mis nietos…
Por Ellos y por mis hijas,
Por tanto, como me ha regalado la vida,
Por mi esposa, por mis hermanos,
Por mi madre y por mis afectos,
Por mi fe, por mi salud y por mi trabajo,
Solo acierto a decirte gracias Señor…
Gracias, por no quitar a este pecador
Tanto como le regalas a diario…
Y que ahora te pide perdón,
Por tan poco, como te ofrece a cambio.
Hasta luego o hasta mañana, Señor…
Hasta que Tú quieras volver a concederme,
Ese tiempo de volver a verte.