Su silueta es bien esbelta,
tiene fija, la mirada;
y en la plaza, maltratada,
ya callada luce muerta.
Y refleja su grandeza
aunque esté ella abandonada
a la luz de la alborada
que su cuerpo más lo agrieta.
Dicen que ahí la dejaron
a la sombra de laureles
y también se preguntaron
sobre el nombre que posee
y esperando se quedaron
pues respuesta se requiere.
siempre le invito a leer el comentario de autor. Éxitos. Muy agradecido.