Un ciego mundo que no ve mis miserias
que me expando desnudo en mi propia soledad,
que ignora ver el abandono donde va mi vida
y nunca vio a mi alma cansada ya de fracasar.
Un mundo preocupado por sus cuatro estaciones
no ve cómo me pesa y lacera esta libertad,
no aleja de mí la hipocresía de todos aquellos
que me ignoran cuando a mi lado saben pasar.
Un mundo interesado solo en el sol y la luna
que no ve la tristeza que conmigo viene a jugar,
que solo mueve a todo lo que me gira en derredor
sin interesarle las lágrimas que supe yo derramar.
Un mundo alejado completamente de mi vida
que jamás me ha enviado, aunque sea una señal.
Un mundo que solo ve el paso del tiempo
¡Y no se ha dado cuenta que aún estoy acá!