Él: Puedo saber cuándo estás cerca por tu aroma…
Ella: ¿Será por el perfume que me pongo? Es siempre el mismo…
Él: Puedo saber que ahora estás cerca, por tu aroma…
Ella: No entiendo, no llevo hoy puesto mi perfume…
Siento tus pasos que se acercan sin perfume:
tu olor lo tengo ya tan en mi espíritu
que huelo tu presencia,
con tu aroma de Nástenka, Eliza ignota,
con tu aroma de princesa temeraria
avanzando sigilosa por las calles…
Te diviso, sin perfume,
por tu olor de niña intrépida, cabello al viento,
por tus ojos sin ambages, tan intensos,
por tus manos de gacela, resbalando
en las veredas de mis brazos…
Por tu olor desperfumado, tan verídico…
Por ti misma…
Puedo saber que ahora estás cerca, porque siento
que mi mundo se perfuma en tu presencia
cuando acercas tus pupilas a mis labios…