yo me sueño en tus manos
y en tu boca,
en el cuerpo que dirige el pensamiento
en el pulsar de una guitarra
loca que suavemente toca
tus ojos hacia adentro
del cósmico placer de tus entrañas
en lo piano, en la dulce sensación
que conduces hacia el infinito,
el apenas pellizco
el pizzicato, el violín y los dedos en el aire
que vuela hacia el amor en la breve batuta
que sostiene lo inmenso de la inmensa
inmensidad de la orgiástica virtud
y la hermosa ternura de mi sueño
en tus manos.