En la muralla de fuego contra la aldea anochecida
con el mismo dolor de una madre en el fuego
ahora habla lo sagrado por medio de las cenizas
el fuego ha devorado la luna como la muerte
llegaste acorazado con un infierno que no era mío
en la madriguera tengo a mis hermanos
me mandan a cuidar de ellos
el cerco nos acorrala y atemoriza
fulgura ante nuestros ojos incrédulos
la cifra ardida de lo que desaparece.