Un torrente de anhelos me rebosan,
en el despertar apagado de esta noche invernal,
a la vez que imploro la atención fugaz
de mi imaginación,
para impregnar con palabras
este papel callado.
Pero… ¡ no sé como vaciar el corazón
desbordado con unas pocas frases
surgidas del azar nocturno,
ni se tampoco cómo entrelazar
el sentimiento y las palabras
y definir a mi pobre corazón ¡
¡ Qué impotencia si fuesen amor
estos anhelos y no poder en mi indigencia
parirlos en un poema ¡
Como en el viejo olmo,
en su decrepitud,
en mi alma ha florecido
una tierna rosa que colorea
mi reseca madera,
pero como el árbol no escribió su poema
y fue el destino quien lo dictó a un poeta,
mi alma adormecida
acaso no consiga rimar sus sentimientos,
y este torrente invasor se filtre en el olvido.
¡ Cómo te anhelo poesía,
cómo te anhelo
para describir unos ojos negros,
vida de la flor de mi ensombrecida alma ¡