Pablo R.

CONTRACORRIENTE

Intempestiva,

tenaz

y pujante,

emerges de la noche

como si de una estrella fugaz

desprendida de lo profundo del cielo

tu presencia se tratase

y te metes en mi cabeza,

intransigente,

beligerante.

Y de nada sirve

tratar de esquivarte,

de eludirte,

de desviar el pensamiento

hacia otros derroteros

u ocultarte en el baúl

dónde se archivan los recuerdos,

revelándome a tu invasión obstinada.

Y estás ahí,

desnuda,

imponente como el Andes,

soberbia como el ciprés

que se hiergue

sobre el resto de los árboles,

destacando entre todos,

opacando al bosque.

Te miro,

te pienso y me digo,

tal vez debería odiarte,

por quitarme del cuerpo el sueño,

por sutil, avasallarme,

por tomar posesión de todo,

cuando no quiero pensarte

y no me dejas más remedio

que contracorriente,

amarte.

-. PaR

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03032024