Está usted solo?
dijo mi suegra.
No, nunca se está solo,
cuando se conversa con uno mismo.
Se platica con la sombra propia,
que la obstrución de la luz produce.
Platico con mi conciencia, dialogo con
la moralidad, con mis impulsos, entre
aprobaciones y reproches.
Nunca estoy solo, descifro los trinos,
los ladridos, el quiquiriquiquí.
El viento me platica sus viajes.
El sol sus conflictos con las nubes,
la luna las penas de amores.
No estoy solo, querida suegra.
En mi habita el espiritu de la razón.
Del corazon los latidos.
Crujidos de huesos, sinfonia del
tiempo transcurrido.
Cómo estar solo, con la prescencia
del amor, convertido en melodiosa
voz, en miradas de pasión, que conversan
al son de las horas transcurridas, entre
besos y caricias de su hija; con la union de
objetivos mellizos.
No, no estoy solo Hermosa suegra.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
03/03/2024.