Daniela Cortés

cuídame

He vuelto mi amor,

seguro estás molesta por la ausencia

y a lo mejor he agotado tu paciencia.

Estás en tu derecho de tener rencor,

yo te comprendo a la perfección,

pero antes de que emitas un juicio en mí

y en todas mis acciones pasadas,

quiero decirte que finalmente comprendí

porque la muerte aún no me llegaba.

 

Y es que entre más la buscaba,

la calaca más se alejaba,

hasta que la harté y me sorprendió,

se paró frente a mí y me advirtió:

“sigue ansiando mi llegada

y me llevaré a los que más amas,

los verás irse de uno en uno

y tú sola aquí te quedarás”.

 

Te juro que el corazón se me paró

y tu rostro a la mente me llegó,

la parca se miró decidida y replicó:

“es la única vez que te lo diré,

hoy casi mueres y ni tu tiempo es,

aprovecha el regalo que te estoy dando

o me llevaré a tu ser amado”.

 

Hablamos toda la noche aquella vez,

yo aún no podía mover los pies.

Me disculpé por molestarla de más

y porque no la he sabido valorar,

le agradecí por la segunda oportunidad

y saliendo del hospital

vine corriendo a ti.

 

Sé que he cometido muchos errores

y que haz sufrido mis decisiones,

que cada que me desaparezco sin avisar

tú piensas que no voy a regresar,

pero aquí estoy otra vez mamá

solo no me sueltes te lo pido,

porque pese a que he vuelto

aún hay días en los que no puedo,

pero a tu lado sé que nada me pasará.