De vuelta a aquel principio
me faltan aún las ganas
para hablarte de mi ilícito
modo de vida esta mañana
que se sacia de mi sangre.
Que el precipicio ya me imante
que estoy perdiendo el vínculo
con lo que sea que es sagrado
entre gente solapándose
que jamás serán del agrado
de como yo quienquiera alguien.
Tal vez me dejen plaza
si me salen bien los planes.
Tal vez si se retrasan
sólo me quede ya matarme.
Aunque aumenten los calambres
sé que estoy de paso
y esto ya no va tan mal,
no tan cerca es el desastre.
Me retaste y ahora atrás
no hay quien se adelante
abalanzándose a por más
de lo que se tiene exagerado
el efecto que es que cause
al alcance de estas plagas
que le amagan la masacre.
Estoy cortando realidad.
Quieres saber cómo se hace?
Es igual que caminar
tan fácil. Te me abrirás
ya sin más debajo
que el trabajo que es vital,
sin antifaz, sin capa
y aún tratando de escapar
a la naturaleza humana
que es un día decir chao.
Tal vez la pasma me ha fichado
por peligro potencial
porque escriba estas palabras
pero sigo estando en paz.
Sólo estoy rezando
a una imagen material.
El destello de su aura
en mi cara es casi real.
Ya del todo me restaura;
me hace joven, buen amante
e incluso más pesado.
Te llevaría a un restaurante
lejos de estos antros de apestados.
Tal vez a ver los astros
si la noche está para algo
además de lo que es obvio
que hacemos todos en la cama.
El amor es una trampa
que te atrapa tan temprano.
A algunos los acompaña
la vida entera en vano...