Es asombrosa la forma
como el piropo ha cambiado,
lo vemos a diario en las calles
y a la mujer va dedicado.
Los hombres se diferencian
entre el patán y el educado,
los patanes las ofenden
el educado dice frases de su agrado.
Las mujeres desean escuchar
frases que sean de su agrado
y no vulgares ofensas
del grosero y mal educado.
Da tristeza ver en las calles
cómo se ofende a la mujer,
a muchos les parece normal
y eso no se debe hacer.
Una mujer así sea bonita o fea
debe ser con respeto tratada
y no con frases ofensivas
que son como una bofetada.
Un piropo elegante y agradable
puede ser con un bonito verso
y no con malas palabras
con un lenguaje perverso.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,23/01/2024.