Ofrecer las hojas de coca a Diosito
Colocar en forma de corona las hermosas
Cubrirlas y usarlas conforme a la imagen y a la imaginación
Darle intención a la amalgama de adoración
Sentir cómo se crean y conectan las figuras
Todo por el artificio del verbo
Todo por las señales que aparecen y explican
Ofrecerle a Diosito los días de gloria
Tal vez así se multipliquen
Entonces los elementos se miran de reojo
Como los dragones que en otras regiones dominan el tiempo
Se ven y coquetean mientras todo pasa desde esta efímera altura
Ya sé y ya sabemos
Algo hay que decir
Es verdad
Coincidimos en exponer la decadencia de este tiempo
Dijimos que demostraríamos lo terrible del presente
Es verdad
Entonces, no ofrecer a Diosito es contradictorio
Es verdad
Pero Diosito es indulgente
Sí, pero dónde queda el compromiso con el propio tiempo
Si por estas latitudes no hay dragones
Es verdad
La hoja de coca ya guarda en su ADN las palmas extendidas
La bendición ya está recibida
Solo hace falta hallar el equilibrio