Jose Perez

poema del alma

En la quietud del alma, susurra el viento,
el eco de los sueños, en el firmamento.
Canta el corazón en su eterna melodía,
la sinfonía del amor, en cada día.

En el rincón más íntimo, donde callan los temores,
baila la esperanza, entre luces y colores.
El alma, como río, fluye sin cesar,
navegando en la incertidumbre, sin parar.

En los recovecos del alma, se esconde el secreto,
la esencia del ser, en su misterio completo.
Es un poema eterno, sin principio ni final,
un viaje infinito, hacia lo celestial.

En cada verso escrito, se encuentra la verdad,
el reflejo del alma, en su profundidad.
Que en cada palabra, resuene la pasión,
y en cada línea trazada, el eco de la emoción.

Así en este poema del alma, se entrelazan los destinos,
tejiendo el universo, con hilos divinos.
Que nunca se apague esta llama interior,
que siga brillando, con eterno fulgor.