Bajo el manto de la noche, se dibuja
el perfil del hombre y su ciudadanía,
dos esencias enlazadas en la urdimbre,
derechos y deberes, penumbra fría.
El hombre, solo, su ser individual,
puntual en su existencia y en su verdad,
siente un peso la injusticia, la orfandad,
cuando el respeto se convierte en casual.
Dignidad y libertad, meta primera,
los fundamentos que en el alma resuenan,
derecho a la vida, luz no se enajena,
honor y seguridad, el hombre anhela.
Justicia y equidad, pilares del ser,
derecho a la educación, a la salud,
cada acto, cada palabra, la virtud
la recta justicia, la vida, el deber.
La ciudadanía, ese ente colectivo,
que alberga en su seno el eco de los sueños,
es la voz de la justicia en pleno vuelo,
el clamor de derechos en su motivo.
Y en crisol del tiempo, el \"citoyen\" emerge,
concepto que trasciende la pertenencia,
es el compromiso, la acción, la presencia,
en la lucha por la equidad que el alma urge.
Así, el vaivén de la historia y el destino,
el hombre y ciudadano, en su imperativo,
se iza ante la inclemencia un fervor activo,
tejiendo la red de un mañana divino.
A.B.A. 2024 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
Imagen: La libertad guiando al pueblo - 1830
Eugène Delacroix
Óleo sobre lienzo - 260cm × 325cm
Museo del Louvre, París, Francia