Te seguiré soñando, aunque quiera despertar
Navegaré ciego, corriendo hacia el silencio
Como el alma solitaria, que consigue naufragar
Y busca en la tormenta, la seguridad del puerto
Beso tus labios y sé que en ellos no estás
Vivo en tu cuerpo, como en viejos tiempos
Mi alma agonizante te susurra el evocar
Y muere en ese beso, que acaricia recuerdos
Mitigo mi sed y cada vez el deseo es mayor
Al encontrarme solo acariciando recuerdos
Con unos besos fríos en ausencias de calor
Y un abrazante fuego que horada los besos
Que perfora el alma y agobia el sentimiento
Con minúsculo alivio a los reales tormentos
Y la ausencia de lenitivo, al dolor de quererte
Se que estoy obligado a olvidar que aun existes
Pero prefiero los resquemores de una suerte
Y dolorosos errores que en el recuerdo subsisten