Tengo sed...
Dame del agua que recorre frescamente todo tu cuerpo,en tus canales donde brota puro
el manantial de la Vida.
Tengo hambre...
Dame del pan de tu ser, la delicia de tu belleza, de la cual mi corazón ansía,
el exquisito platillo de tu beso,
tengo hambrienta mi boca.
Tengo cansancio...
Déjame dormir en tus apacibles brazos,
dame sombra como un gran árbol de ciprés, reconforta mis huesos y dame de tu aliento, y que éste se convierta,
dentro de mí, en un dulce deseo.