Pasan los días,
y el invierno recoge
su capa blanca.
Aunque este año
lució por poco tiempo
su vestimenta.
Algo de frío
con vientos y galernas
y pocas lluvias.
Se van las horas,
la nueva primavera
viene asomando.
Y su sonrisa
es triste y temblorosa
con mucho miedo.
Días inciertos
de risas y de llantos
están de espera.
Y con su manto
de flores, remendado,
ella se acerca.
Y tú te vas,
poeta, tan humano,
a las estrellas.
Dejando atrás,
un mundo y una vida
que disfrutaste.
Pero sonríe,
tú fuiste el personaje
de tu poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/24