El que sabe que la piel
es una extensión de la mente;
primero acaricia con palabras,
luego besa con miradas silenciosas
y después habla con suspiros inefables.
El que sabe que la piel
reclama la caricia, el beso y el suspiro;
hace de su forma de amar, un arte
y no pasa desapercibido,
ni de día, ni de noche,
sin causar humedades y calambres.
Alexander Elías2024
#poética