Freddy Kalvo

Percepción bucólica

Al mirar la bella aurora

despedir la madrugada

con su luz enamorada

yo me puse a meditar:

«La vida es maravillosa,

un regalo incomparable;

y siempre (es lo deseable),

que la sepamos amar».

 

Ese día viendo el cielo,

con sus múltiples colores

sobre aquel jardín de flores

y un hermoso amanecer,

dije: ¡espléndida natura

que te pintas tan hermosa,

eres tú siempre amorosa,

cómo no te he de querer!

 

Y observando aquel paisaje

y las aves que volaban,

que sus cánticos cantaban,

alegraron mi vivir.

Pensé: son simples detalles,

que a veces no contemplamos

que, sin querer, ignoramos,

sin lo bello percibir.

 

Y miraba la montaña

que aquel sol iluminaba

y en silencio, yo observaba

cómo se abría una flor.

¡Ah, yo vuelvo y ratifico:

La vida es maravillosa,

ella, no es tan poca cosa,

si la vives con amor!

 

Y precioso es el paisaje,

colirio para los ojos,

culpable de los sonrojos

con la vista puesta al sur,

donde el mar se funde al cielo

como haciendo un solo manto

que pintado con encanto…

¡Pinta de color azur!