Alejandro José Diaz Valero

Otro cuento y otro poema

Doble concesión (Cuento)

 

En un apartado lugar existía un inmenso bosque que a pesar de su inmensidad, estaba ubicado en un lugar escondido donde el hombre no ha podido llegar.

 

En ese apacible bosque dicen que han visto a Dios, porque él disfruta de la tranquilidad del paisaje rodeado de árboles, flores y animales salvajes. Cuentan que una mañana soleada el creador del universo se reunió con algunas especies y les otorgó una concesión a cada una ,a  efecto de que pudieran vivir felices haciendo gala de ellas.

Los árboles frondosos pidieron fortaleza para plantarse en el suelo y reinar en la majestuosidad del paisaje, las flores pidieron colores y fragancias para lucir su pintoresco maquillaje en las frescas tardes de primavera, y así cada especie fue seleccionando y disfrutando la concesión que Dios les había dado. Todos eran felices en aquel hermoso bosque.

 

Pero una tarde cuando Dios pasó a dar una vueltecita por el bosque notó que la felicidad no era completa, pues había unas flores, vistosas, suaves que a pesar de todo no parecían felices del todo.

 

-       Que les pasa? Preguntó el divino creador

-       Es que nosotras nos equivocamos al momento de hacer nuestra petición, y pedimos colores y fragancias, las cuales amorosamente nos concediste

-       Y entonces porque no disfrutan con sus amigas

-       Es que, bueno, este, nos avergüenza decirlo, pero nosotras estamos convencidas que lo que más nos gusta es volar, nos encanta sentir la sensación de libertad de los pájaros, y por eso estamos un poco descontentas con nosotras mismas por no haber hecho la petición correcta.

 

Dios las miró con cara de amoroso padre y le dijo:

Haré con ustedes una única excepción, no les quitaré la concesión que ya les di pero adicionalmente les daré otra…Les daré el don de volar como los pájaros para que puedan ser felices como el resto de las especies que viven aquí.

 

Y desde aquel día las tiernas flores de acacia eclosionan en cada primavera volando como pájaros y llenando de colores su verdadera esencia floral formando un bello espectáculo para deleite de todos los habitantes de la tierra.

 ***

 

¿Que pasa abuelo?

 

Abuelito, abuelito

ya no me recuerdas,

me dejaste solito

porque ya no juegas.

 

Ya tú no me animas

ni me das abrazos,

ya no hay golosinas

ni salidas al campo.

 

Veo tu mirada

un poco perdida,

ya no dices nada

todo se te olvida.

 

Recuerdo que fuiste

alegre y juguetón,

pues siempre me diste

risas a montón.

 

Donde está el abuelo

que yo conocí?

el de caramelos

con crema de maní.

 

Dime por favor

quien te ha hecho daño,

pareces otro señor

callado y extraño.

 

Rezo con mi abuela

pidiéndole al cielo

para que nos devuelva

al primer abuelo.

 

Guardo con recelo

los bellos consejos,

que me diste abuelo,

al ir al colegio.

 

Me voy a casita

y mañana vuelvo;

te haré otra visita

mi querido abuelo.

 

 

Démosle consuelo

y apoyo directo,

al enfermo abuelo

y también al nieto.

 

El Alzheimer es la enfermedad

que ataca a los abuelos

y los nietos de pequeña edad

lloran y  sufren sin saberlo.