Las miradas son como flechas protectoras
Mientras que los mudras son sintonías literalmente a la mano
Existe un instinto en cada uno
Un orden en la que la mente se apoya y confiesa
Sabemos de las virtudes que trae dejar las cosas en su lugar
Como también nos sabemos poseídos cuando vemos una luz para poseer
Estamos hechos de recuerdos
El trauma de pronto lo vemos girar desde alguna órbita
Y uno aprende a estar atento
Desde el narrador hasta de quien se habla
(Entonces el yo se hace preciso)
Pero no podemos estar contentos antes que nada
No nos enseñaron eso
Porque de haberlo hecho
Otras flechas como las de la ira y el descontrol
No se habrían lanzado tanto