Me duele el alma, al sentirte distante y ausente.
Tengo miedo a la soledad, pues no siento tu presencia.
Día a día siento tu desprecio y más cuando tu rechazo es evidente.
No sé a dónde fue ese amor incondicional e infinito.
Jurábamos amarnos por siempre y luchar por nuestros sueños.
Hoy la ausencia de mi mujer amada, me carcome el alma.
Y es más grande la ausencia, pues el amor en ti murió.
Solamente me aferraba a unos besos robados no correspondidos.
Besos que antes eran dulces y me embriagaban.
Hoy tu silencio y falta de interés, me siguen atormentando.
Silenció que es peor a no tener agua en un mar de arena.
Mi vida, en mí, nunca habrá desprecio ni rechazo.
Siempre existirá el más grande amor, aunque no lo quieras.
Te seguiré amando, pero ya entendí que no me quieres en tu vida.
Sé que tendrás nuevas oportunidades y yo ya no existiré en tu camino.
Mi amor quedará encerrado en lo profundo de mi corazón.
Pues es mi decisión, que siempre serás mi vida.
G3