Caminando bajo el sol
que despierta y desmelena
siempre detrás de las nubes,
andamos por primavera
haciendo coro los dos.
Abre sus ojos la flor
a la brisa mañanera
después del sueño nocturno,
momento de dulce espera,
mientras compone su olor.
Nos saluda el ruiseñor
bailando con las abejas,
todo nos dice que estamos
en un mundo sin fronteras
hecho de pura ilusión.
Los sonidos del albor
nos animan y despiertan,
el canto de algún jilguero,
el pisar las hojas secas
al ritmo del corazón.
Hemos visto un girasol
inclinando su cabeza
en reverencia al honor
y respeto a la belleza
de todo ese alrededor.
Mano con mano tú y yo,
y a lo jurado, promesa,
que el camino del destino
tenga luz de primavera
haciendo coro los dos.