Carlos Hector Alvarez

Adios

 

Adiós, es lo abreviado

de, a Dios le encomiendo tu alma

una frase que lleva un dejo de tristeza

como de, no te veré más,

no hay razón alguna, para que así sea

Decir adiós no es doloroso

si se piensa en volver,

porque lo que duele

es perder las esperanzas

de una partida con regreso

Decir adiós es alentador

si late la ilusión de retornar

a los brazos añorados,

a acariciar el rostro adorado

del ser, dueño de nuestro amor.

Por eso creo que no está bien

decir adiós con el alma dolorida

como si no hubiera un mañana,

en silencio y pensativos,

con la mirada lejana y transida

por desconocer el objetivo

que el destino, nos tiene preparado.

Hay que decir adiós con el corazón

rebosante de alegría, esperanzado,

con abrazos, besos y caricias

a sabiendas de un reencuentro

que no sabe de tiempos, ni distancias.

Y nos devolverá la felicidad perdida