Lástima que la vida sea
Sucesión de ausencias en los emblemas
De los sueños quebrados
Por las orillas resentidas de la vida
Cuando el sentimiento
Sangra tardes sin voluntades
Consultadas sobre el destino
Incómodo de los relojes truncados
Lástima que los despertadores suenen
A la hora equivocada
Y el tiempo que tanto nos preocupa
Se convierta en nada.