Al estar a tu lado, mi corazón latía con más fuerza, clamando por atención.
Al sentir tu desprecio, mi alma se entristecía y en mi pecho algo ocurría.
Llegaron dolores, que pensé se originaban por tu olvido y rechazo.
Llego un remezón, que me alertó, llegando a asustarme.
Creía que todo pasaría al momento de alejarme y dejarte libre.
Creía poder superar este dolor, pero más se incrementó.
La mente se une a todo mi ser y me cobra fuertemente.
La razón, al no trabajar con el corazón, empeoran mi suplicio.
Todo lleva al mismo padecimiento y al desastre de mi vida.
Todo me muestra que yo mismo soy culpable del dolor.
Hoy no solo mi corazón está partido en una metáfora.
Hoy sé que este corazón se rompió en la realidad.
No creas que eres la culpable, yo fui el responsable.
No eres la mala en esta historia, eres una víctima más.
Un corazón roto en amor nunca podrá repararse.
Un corazón roto de verdad, tiene la oportunidad de operarse.
G3