. . . el andar de tus manos liberadas
sobre mi cuerpo
desprejuiciadas sin pedir permiso
buscan resquicios donde encender
el fuego
te detienes largamente en mi sexo
con la yema del índice en las venas
azules, protuberantes, a punto ya
de estallar te deleitas al recorrerlas
Recoge la punta de la lengua el
rocío perlado que se asoma
en mis ojos ves la súplica del amor
rogando des buen final al doloroso
placer que me quema
Súbitamente de espaldas a mi cara
me montas, con donaire menas tus
caderas, en tus manos mis íntimos
lugares no respetas
el final irremediablemente cercano
nos deja ahitos sin aliento desolados
yaciendo anudados como animales
#PoetaUrbano