Hay una frase que dice:\"Las Madres no deberían morir nunca\" y cada día, cada semana, cada mes y cada año certifico que es así.
Dos años, dos meses, se dicen fácilmente, pero duelen como ese día en que se fue. No se acaba el dolor, solo se adormece en el corazón hasta que los recuerdos te explotan en la mente y con ello el resto de tu humanidad, porque la extrañas tanto que no fuiste capaz de salir adelante sola sin ella.
Sus palabras, su risa y su amor no están en la casa y eso duele más que seguir viviendo sin ella, solo con su recuerdo.
Y sí, ella no debió morir, por lo menos aún no.
Dolores Luna.
Anna.
Marzo 7. 2024.
🥀